El Parque de Mayo es su punto de encuentro, y de allí, al Secret Point, donde les esperan horas de práctica llenas de diversión en compañía de amigos, de colegas longboarders.
Decenas de jóvenes bahienses dedican horas y horas a surfear el pavimento en sus tablas longboard cada fin de semana en un ambiente relajado, donde el ejercicio y la amistad se combinan en un grupo que tiene sus propios códigos y aficiones. El Longboarding es un deporte que se diferencia del skate tradicional porque utiliza una tabla más larga y ancha, lo que permite tener más estabilidad, seguridad, y comodidad que una patineta normal. Aunque por su tamaño y peso se pueden hacer menos trucos, las longboard tienen un movimiento fluido y pueden recorrer una mayor distancia con un solo impulso, por lo que son ideales en bajadas y para competencia de velocidad.
Nacido en California, el Longboard es usualmente relacionado al surf y al snowboarding, pero para estos chicos bahienses, que tienen su propio grupo en Facebook a través de cual organizan algunas de sus salidas a la ruta y hasta cumpleaños de sus compañeros, "el longboard, además de una diversión, deporte para algunos, modo de vida para otros y tantas otras cosas más, es cultura, y como tal tiene, su propia historia, con sus personajes ilustres, sus años dorados y sus malas épocas". "Indemne al paso del tiempo, se reinventa a cada segundo en cualquier parte del mundo. En diferentes lugares y durante algunos años casi desapareció, actualmente está consolidado como un movimiento mundial que no deja de mutar y afirmarse, algo casi imposible de definir, pero que yo entiendo como arte" pues la esencia de este deporte es la "belleza del movimiento", señalan los creadores del perfil.
"¿Pero vos te paraste a pensar porque patinamos?", cuestionan. "¿De dónde viene esa sensación de placer?" La respuesta que nos dan es contundente: "el motivo es el mismo que empuja a cualquier artista convencional a hacer lo que hace, la búsqueda de la belleza, para rescatarla del fondo de su propia alma y mostrarla a los demás como un farol en el camino de la larga noche, del dolor y en consecuencia, de la vida. Para sentir la sangre en las venas y la vida misma, para eso..."
El longboard se ha vuelto tan popular en Bahía Blanca que se pueden encontrar bastantes tiendas para adquirir no sólo tablas sino todo tipo de accesorios, incluso una donde los longboards son fabricados a pedido y de forma artesanal. Claro, para quien esté dispuesto a pagar el precio de un producto exclusivo.